En las pasadas fiestas de peñas, contemplamos con preocupación como cientos de individuos (como el de la foto. Al cual no tapamos la cara, porque no se le ve; ni el "chingolito", porque tampoco se le ve, JA,JA!) acudían al callejón de nuestro QUE a evacuar sus vejigas (que fino me ha quedado), sin importarles que hubiera gente o no a su alrededor.

Pues bien, a tal fin se crearon unas
Brigadas Antimeadas, que con fregona y lejía, trataban de ahuyentar a tan insoportable fauna. Nos han adelantado los letreros que, en forma de advertencia, tratarán de disuadir a los infractores el año próximo ¡Meones, ateneos a las consecuencias!!!